20 de octubre de 2021
Por Lucrecia de la Puente Morales.
El Centro de Estudios Mexicanos en el Reino Unido tuvo el placer de recibir virtualmente al Dr. Rubén Morante López, profesor e investigador de la Universidad Veracruzana. La conferencia que impartió el Dr. Morante, titulada “Calendarios naturales y culturales, el ejemplo mesoamericano”, forma parte del tercer módulo del ciclo “Tláloc, el Jaguar y la Serpiente: Arte y Arqueología en la América Indígena”. El enfoque de este módulo es el estudio de la noción del tiempo en las culturas mesoamericanas y su relación con la arqueoastronomía.
A modo de introducción, el ponente expuso las diferencias entre los ciclos naturales y artificiales, y ofreció un panorama general de la relación entre el calendario y la observación astronómica en distintos contextos culturales e históricos. A continuación, habló sobre los diferentes aspectos de la manera en que los pueblos de la antigüedad, en específico los mesoamericanos, organizaban el tiempo. El núcleo de la ponencia del Dr. Morante es precisamente éste; en sus propias palabras, un calendario es “la organización del tiempo para fines culturales”. Hizo un recorrido de las distintas técnicas a las que los pueblos mesoamericanos recurrieron para realizar sus observaciones y elaborar sus calendarios. Un ejemplo del impresionante desarrollo de estas técnicas en Mesoamérica es la disposición de las estructuras en los conjuntos de conmemoración astronómica. Varios de estos conjuntos fueron construidos de manera que si uno se sitúa en el punto designado para la observación, los edificios se alinean perfectamente con la salida del Sol en fechas relevantes como los equinoccios y solsticios, o se producen maravillosos efectos visuales con las luces y sombras.
Uno de los propósitos del Dr. Morante es comunicar la precisión extraordinaria con la que los habitantes de Mesoamérica elaboraron sus calendarios con base en la observación del movimiento aparente de los cuerpos celestes, y la necesidad de que la importancia de este conocimiento para la historia de las ciencias se revalorice a nivel internacional. Por estos motivos, sus explicaciones están llenas de fechas, cifras y cálculos en cantidades que para algunos pueden resultar abrumadoras. Pero a pesar del detalle y la minuciosidad con que el Dr. Morante expone su conocimiento, también resalta aquellos aspectos generales de su investigación que, ante lo lejano que parece el escenario de Mesoamérica, nos acercan a ella incluso si los temas expuestos no nos son familiares. “Prácticamente todos los pueblos de la Tierra compartimos un horizonte que pudo ser utilizado como calendario con unos mismos principios”, nos asegura el ponente, recordándonos que estamos tratando con actividades humanas compartidas que nos conectan a través del tiempo y el territorio.